ARGENTINA Y SU ROL ACTUAL EN LAS RELACIONES CON AMÉRICA LATINA- CHINA Y UNION EUROPEA
Visión Analítica
La actual crisis financiera mundial que afecta al mundo en general y a Europa en particular, proyecta una absorción inédita y muy preocupante para las economías de China, la UE, EEUU, América Latina y nuestro país. En virtud de las experiencias innegables ya vividas por la A.Latina durante más de 38 crisis económicas habidas entre 1980 y 2003, surgió de las mismas la estrategia de los “paquetes de medidas” coherentes, creíbles y políticamente sustentables, además de conllevar recortes en el gasto público, austeridad, dotados de más justa distribución de los costos del ajuste entre los diferentes grupos sociales, aplicación de normas de seguridad social para los más necesitados, reformas estructurales capaces de generar más empleos y finalmente, una esperanza de vida mejor.
Si bien para la UE la Cumbre del G20 no pudo cubrir ni satisfacer las aspiraciones más necesitadas de paliar la crudeza causada por su presente debacle financiera, por ahora evidentemente acentuada en Grecia, la realidad no obstante, sí demuestra el error ancestral de los Gobiernos de atender las crisis con medidas parciales y fragmentadas.
Lo que está sucediendo actualmente en Grecia o Italia, está inscripto con lo ya ocurrido en la Argentina anteriormente. Ello definido por los sectores externos de la economía erróneamente manejada: deudas excesivas, gasto público descontrolado, banca deficientemente regulada, políticas fiscales y monetarias no coincidentes, baja competitividad internacional y trama legal que no ayuda a la inversión y creación de nuevos puestos de trabajo. Se agrega la figura de proposiciones de eternos pagos de la deuda, desprovistos de condimentos de atracción y convencimiento, o sencillamente no pago de las obligaciones contraídas y por si resultara poco, actuación de funcionarios poco aptos en destinos de elevada complejidad.
Los analistas internacionales sostienen hoy que a diferencia de ayer, en que nadie deseaba emular a la A.Latina del pasado, lo mejor que le puede ocurrir a Europa, es parecerse a la AL del presente. Principalmente en su crecimiento sostenido, afronte de las crisis externas con prudencia y moderación, lo que le permite a varios de sus países más exitosos vg., Colombia, Brasil, Chile y la Argentina, seguir creciendo, generando empleos y agrandando sus clases medias recientemente. En dicho marco, es concebible una aparente “latinoamericanización” de Europa?
Otro aspecto trascendente y sensible, está referido a la creciente presión de China en su permanente demanda de materias primas necesarias para su desarrollo. En el primer trimestre de 2011 el intercambio comercial entre China y la A. Latina registró un crecimiento interanual de 44%, con US$ 47.900 mill., equivalentes a E36.000 mill. El mismo, entre otros rubros incluye con Argentina y Brasil provisión de trenes eléctricos destinados a Río de Janeiro y Buenos Aires. Pero ambos países aspiran a un mejor equilibrio en los intercambios comerciales. Pekín limita sus necesidades a materias primas, mientras la Argentina propuso recientemente al Mercosur la aplicación de barreras conjuntas para limitar y armonizar las importaciones chinas. Enrique Iglesias, Secretario Gral. Iberoamericano, califica a las actuales relaciones como “en evolución”. Dilma Rousseff siguiendo dicha tónica, colocó en China vg., 35 aviones Embraer comerciales, y una planta industrial ferroviaria.
La CEPAL señala actualmente a China como socio destacado al colocarse como primer destino para las exportaciones de Brasil y Chile, y en segundo lugar para las de Argentina, Costa Rica, Cuba y Perú. Así, China se posiciona en el tercer punto en las inversiones en la Región, con US$ 15.000 mill., implicando una participación del 9%, luego de EEUU (17%) y Holanda (13%).
Dicha evolución colocará a la Argentina, conjuntamente con el resto de la actual situación socio-comercial, en la obligación de lograr un ajuste en algunos aspectos de su economía, relacionados con el gasto público, inflación, manejo y control de la moneda, jerarquización institucional, corrección de la corrupción en los asuntos públicos, lavado de dinero, y optimización de las relaciones con entidades privadas, entre lo más sobresaliente, para que desempeñe el rol que le corresponde en la Región como segunda potencia en Latinoamérica.
Fuentes:
CEPAL
El País (Moisés Naim).
Dr. Roberto A. Ibarguren
Grad. Ma. Agustina Juárez
Salta, 16 Noviembre 2011