“TIEMPO DE
SEQUÍAS AMERICANAS”
La desecación de
2012 que se está produciendo en el planeta, está disminuyendo réditos rurales y
elevará significativamente los precios internacionales de los alimentos, fuera
de afectar la economía en general.
La sequía de
2012 comenzó gradualmente y con displicencia en ambos hemisferios americanos
vg., con relativamente menores precipitaciones nivales en el invierno y un
anticipado inicio de la primavera. Pero luego en general el verano en las
Américas asoló con muy altas temperaturas récord, indistintamente de las
latitudes. A ello se sumaron ausencias de lluvias aunque heterogéneamente en
los territorios agrícolas y ganaderos, que a la postre contribuyeron a
establecer las peores sequías registradas en los últimos 55 años, con
pronósticos de persistencia durante las semanas venideras.
Así en las
Américas los campos productivos se muestran alternantes en la gravedad del
balance hídrico de los suelos que los afectan. Las planicies norteamericanas
del oeste, centro y este ofrecen los sembradíos de maíz perdidos, marchitados,
reservorios de agua en niveles muy bajos, ríos con caudales escasos y un
obligado incremento de incendios en bosques y pastizales desde California a
Arkansas, y otras áreas sudamericanas.
En la Pampa
Húmeda, los escenarios de los sembradíos no están mejor, la Argentina vio
disminuida sus cosechas de soja y maíz, se acentuó aún más la expectativa para
trigo y otros granos, amenazando en consecuencia las campañas 2012-2013. Sincrónicamente
fueron afectadas las calidades de las pasturas mostrando rangos bajos nunca
vistos durante los últimos 20 años.
Virtualmente en
48 Estados Norteamericanos la sequía registró perjuicios extremos,
fundamentalmente en el maíz, cubriendo severamente el cinturón norteamericano
de maíz, soja y pasturas. Desde 1930 no se registraron daños similares a los
ocurridos por las tormentas de polvo. Pero los Estados de Illinois, Nebraska,
Indiana, Kansas, Missouri, Colorado, Arkansas y Tennessee, hasta la Pampa
Húmeda Bonaerense, las Planicies Entrerrianas y de las Llanuras Chaqueñas, han
sufrido una crisis hídrica extraordinariamente intensa.
A raíz de dicho
comportamiento climático inter-continental, miles de condados y municipios
denunciaron estados de desastre natural, y demandas de ayuda financiera
extraordinaria. La calidad del maíz norteamericano bajó del 38% al 30%, en una
escalada no vista desde 1988. Idénticamente, la soja bajó al 27% su calidad, de
pobre a muy pobre. Panorama similar en términos generales tuvo lugar en la
Argentina, estimándose que las pérdidas globalmente alcanzarán billones de dólares.
Al mismo tiempo
las sequías afectarán enormemente los precios, tanto del maíz como de la soja,
y de otros granos, incluyendo los de la carne vacuna, porcina, avícola y de
lácteos. Este conjunto ofrecerá sin duda alguna una substancial modificación en
los precios de los alimentos en general, no solamente en las Américas, sino en
todo el mundo.
Fuente: The Economist, US. Drought
Monitor; NOAA, 24 Julio 2012.
Dr. Roberto A.
Ibarguren, Investigador Asociado, IAEI, Universidad Católica de Salta.
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