POLÍTICA EXTERIOR ARGENTINA: POSICIONAMIENTO INTERNACIONAL
Documento Analítico
A medida que evoluciona muy dinámicamente el deterioro de la economía mundial, fuera del impacto natural proyectado sobre nuestro país y los demás sudamericanos, se destaca obviamente con mayor intensidad la crítica posición que la Argentina aún trata de sustentar en los planos económico – financieros especialmente vinculados con los principales organismos internacionales.
La misma sobresale especialmente en el marco del Club de París por la deuda aún impaga argentina, en el FMI (Fondo Monetario Internacional) debido a los datos estadísticos nacionales y al enfrentamiento institucional que mantiene, en el G20 (Grupo de Países Industrializados y Emergentes) por incumplimientos estatutarios, en el GAFI (Grupo de Acción Financiera Internacional) con autoridad en el desarrollo financiero y lavado de dinero por idénticas causas, v.g., entre otros.
En dichos Foros, el País ya carece de credibilidad y prestigio no solamente por sus incumplimientos sino por la aplicación de verdaderos procedimientos de trápala, inadmisibles en un país responsable y no merecidos por la inmensa mayoría de la comunidad argentina. Además, el manejo de la política exterior en si en temas tanto bilaterales como multilaterales, descoloca en muchos aspectos a la República al constituirse en trazas zigzagueantes incomprensibles. Así quedó dibujada la reciente interacción de cooperación militar con los EEUU, con la confiscación de medios de transporte y equipos electrónicos de cooperación, retenidos innecesariamente por largo período, con el fiasco final del dictamen judicial de no transgresión jurídica alguna.
Dicho ejemplo, y otros sin substancia, incluyendo transgresiones manifiestas al cumplimiento de normas internacionales como las propias del GAFI, etc., ya están proyectando consecuencias clarísimas de gravedad para el país, como ser el voto negativo a modo de anticipo en el crédito solicitado por la Argentina al BID (Banco Interamericano de Desarrollo), a pesar de su lenidad en cuanto al otorgamiento del mismo. Pero, esos son elementos de juicio más que suficientes para interpretar inadmisibles conductas como los casi 10 años impagos a los bonistas que rechazaron los canjes, los del Club de París, el irrespeto a los fallos internacionales, el rechazo a la cooperación y control del FMI en la economía, al igual que el resto de los demás países del G20 del cual formamos parte, sin ignorar el manejo de la Frontera Norte y su permeabilidad delictiva en contrabando, drogas y trata.
Ya los medios internacionales están anticipando como raconto del silimín de dichas inconductas argentinas, la inminencia de la expulsión del país del mismo G20, amén de otras sanciones internacionales no menos graves. A ello se agrega la incomprensible inexistencia de contactos interlocutorios no solamente con los EEUU, sino incluyendo tratamiento y solución gradual de los problemas bilaterales que sostiene el país agregando los multilaterales en el Mercosur. En definitiva resulta inquietante la cierta posibilidad de que la política internacional incluyendo la norteamericano en el BID y en el Banco Mundial, se traslade a otros ámbitos, v.g., el Sistema General de Preferencias Arancelarias, que tanto beneficia al país.
Ciertamente que la desatención argentina y el criterio de conducción de sus negocios tiene tiempo definido y limitado, ya que resulta inadmisible el intento de mantener los datos estadísticos del INDEC (Instituto Nacional de Estadísticas y Censo) en la órbita nacional e internacional, pretendiendo una aceptación valedera a tal deformación estadística. Es el único país del G20 que incumple el Art. IV del FMI para la revisión general de su economía, ya mencionada. El Art. VIII del G20 exige “disponibilidad de estadísticas confiables”, lo que indiscutiblemente la Argentina hoy tampoco respeta. Con todas esas actitudes desacertadas y graves, ya se han instalado en el clima internacional, acciones para excluir a la Argentina del G20, Club en el cual ni siquiera está España. La miopía argentina pareciera no tener límites interpretativos para adoptar un claro posicionamiento que ayude a mejorar su imagen en el concierto internacional. Si la misma sigue agravándose, perderemos valiosísimas calificaciones logradas con mucho ahínco y trabajo durante largo tiempo en los organismos internacionales. Recuperar prestigio y posiciones costará demasiado tiempo y sacrificio no solamente a los próximos gobiernos, sino a la misma comunidad argentina en su conjunto.
De este breve análisis se deduce que deberían modificarse las equivocadas conductas que se aplican y poner en marcha una revisión por lo menos en los temas que más afectan a la Nación y a sus comunidades. Aún estamos a tiempo, pero ya no quedan chances adicionales válidas para no rectificar nuestras inconductas.
Fuente: La Nación
Prensa Internacional
DR. ROBERTO A. IBARGUREN
Grad. AGUSTINA JUÁREZ
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