martes, 2 de noviembre de 2010

IMPRONTA UNIVERSITARIA ARGENTINA, SIGLO XXI


IMPRONTA UNIVERSITARIA ARGENTINA, SIGLO XXI

Documento Analítico

Un sistema universitario en cualquier país organizado debe atender las demandas de su comunidad en lo posible actualizada y equitativamente, conforme los lineamientos del desarrollo previstos para su crecimiento económico y aseguramiento de la disponibilidad de capital humano calificado y suficiente. Esta premisa no tiene chance de ser incumplida en cuanto a la calidad del nivel de vida de la población propia del mismo, como así en tanto herramienta eficiente destinada al mejoramiento de las condiciones de pobreza social imperante.

Las naciones calificadas en su sistema universitario han atendido primordialmente la calidad de la enseñanza impartida, gestionando al mismo tiempo el aumento paralelo del crecimiento de la matrícula alimentado desde los sectores socialmente más necesitados, aunque permanentemente actualizada con contenidos curriculares aportantes  conforme las demandas tecnológicas en apoyo a la ciencia, producción y el empleo. En dicho liderazgo no obstante, debe prevalecer conjuntamente con el aumento matricular, el sostenimiento permanente de la calidad, jerarquía y niveles de exigencias académicas, con un cuidado extremo en el ingreso del alumno proveniente de la enseñanza secundaria debidamente preparado, así como de una regularidad aceptable en la evolución promedio de la relación materias aprobadas – años cursados.

En la Argentina, actualmente la tasa de graduación universitaria se encuentra muy alejada respecto a la de los países desarrollados, que en promedio muestran no menos de 30 estudiantes cada 100 en edad de graduación con obtención de título, mientras que en nuestro caso solamente 14 estudiantes de cada 100 obtienen un título universitario. Ello define una ecuación ineficiente con exceso de alumnos inscriptos y pocos graduados. Tanto es así, que los niveles de graduación en la Argentina están actualmente por debajo de muchos países sudamericanos, desde que el país fuera perdiendo la excelencia educativa no solamente universitaria que supo tener, sino asimismo en los niveles primario y secundario, que precisamente aportan y agravan deficitariamente el presente cuadro global educativo nacional. Además, el sistema argentino privilegia la predominancia de las universidades estatales en cuanto a la titulación de carreras técnicas capaces de satisfacer el desarrollo tecnológico actual, ya que las universidades privadas mayoritariamente se dedican en lo académico a matrículas de temáticas humanísticas por razones de costos, en contradicción a la demanda social real imperante.

En consecuencia, el sistema nacional no promociona suficientemente las carreras científicas y tecnológicas reteniendo un atraso en el perfil matricular de dos siglos, lo que resulta altamente preocupante. En nuestro país los mayores valores de graduación de la universidad pública lo detenta Córdoba, con 40 graduados cada 100 ingresantes, contra 63 de Brasil, v.g. Ello implica que Brasil muestra 6,3 estudiantes por cada graduado, mientras nuestras universidades proyectan una media de 20 y en muchos casos como Salta de 84, al igual que muchas otras provincias. Dicha relación agranda los costos educacionales universitarios. Brasil subsanó esta grave falencia instituyendo antes del inicio del presente Siglo XXI el Test Nacional Selectivo Secundario, como exigencia previa al ingreso universitario. El sistema proveyó mejores condiciones de los estudiantes, tanto los que provienen de familias de mejores recursos como los originarios de sectores sociales más humildes. Ello no equivale a una restricción al ingreso universitario, sino a una optimización intelectual de los estudiantes, dotándolos de mejores condiciones cognitivas, imprescindibles para el inicio de la importante carrera universitaria. Si la Argentina no modificara el actual sistema y adoptara lo que Brasil ya probó exitosamente, la universidad argentina seguirá disponible para todas las clases sociales, pero produciendo a costos inaceptables y proveyendo volumen muy apreciable de profesionales mediocres y poco calificados en general. Ello debe ser corregido de inmediato, en tren de procurar un retorno a la otrora muy valorada calidad educativa argentina.


Fuentes: La Nación
            Academia Nacional de Educación – Alieto Guadagni



Dr. ROBERTO A. IBARGUREN - Inv. Asoc.
Grad. AGUSTINA JUÁREZ
Salta, Martes 02 de Noviembre, 2010
www.ucasal.net/iaei     
iaei-iaeiraiz.blogspot.com


“Nuestra Misión es contribuir educando e investigando de por vida, acorde la demanda de nuestra Comunidad”

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