jueves, 1 de septiembre de 2011

“LA ARGENTINA ANÓMICA”

“LA ARGENTINA ANÓMICA”

Documento Analítico

El término cultura proviene del latín “cultus” que a su vez deriva de la voz “colere”, que significa cuidado del campo o del ganado. Por extensión, el mismo posteriormente se amplió aplicándolo a las actividades humanas, diciéndose que una persona “culta” es aquella que posee extensos conocimientos en los más variados “campos” del saber.

Si bien la Argentina históricamente muestra profundas e importantes raíces culturales, algunas más desarrolladas que otras a través de sus 2 Siglos de existencia institucional, al mismo tiempo ofrece dilatadas lagunas y bolsones sociales signados por profundas carencias culturales, que se proyectan triste y trágicamente sobre las comunidades afectadas y el resto del país todo. Argentina lideró culturalmente en la América Latina durante mucho tiempo, pero dicho brillo se viene empañando por pérdida de los necesarios sustentos.

Los recientes sucesos criminales que afligen y afectan a la República son producto precisamente de un déficit educativo que se proyecta sombríamente a través de una desculturalización casi masiva del país desde mediados del Siglo XX, al tiempo que un empobrecimiento del régimen escolar primario, secundario y hasta del mismo nivel universitario. Ello involucra no solamente a los educandos, sino a gran parte del cuerpo docente y auxiliar de los Institutos en los cuales abrevan los jóvenes estudiantes. El proceso indica claramente una escalada en los niveles de mediocridad que muestra a todas luces actualmente el sistema social argentino, sin que autoridades, políticos, entidades civiles y ciudadanos en general, se preocupen en encontrar paliativos y soluciones de fondo para dicha gravísima involución social.

El Estado Argentino está aquejado indiscutiblemente de una crítica anomia, que afecta profundamente su cuerpo social en todos los niveles, partiendo de que el mal se define como el conjunto de situaciones que derivan de la carencia de normas sociales y su aplicación, o de su degradación, incluyendo el régimen ineficiente de las vigencias legales. Al respecto, Emile Durkheim y Robert Merton, estudiosos francés y americano, que lideraron las investigaciones y calificativos en los que se funda la anomia, precisamente se preocuparon en inscribir los efectos de las relaciones entre los fines culturales como los deseos y esperanzas de los miembros de la sociedad, así como las normas que determinan los medios para permitir que los individuos accedan a esos fines, y aprovechando el reparto existente de estos medios.

Dichos procesos socio – culturales de intrincada complejidad en el tejido de los socio - núcleos humanos, demanda de amplísimos esfuerzos y permanentes contribuciones no solamente presupuestarias de los sistemas educativos, que al mismo tiempo aportan a la inexcusable noción y práctica de la ética. Los mismos justamente son los que están mostrando no sólo filtraciones en la sociedad argentina, sino verdaderas inundaciones masivas, destructoras de dichos principios esenciales para la convivencia en cultura, paz y orden.

A qué se debe la actual erosión destructiva de la cultura argentina?. Cuál es el origen de la decadencia educativa de nuestras comunidades?, asimismo los motivos de la pérdida del concepto de prestigio, calidad educativa y comportamiento social?. Estos son ítems que deberán ser estudiados e investigados para subsanar una tendencia que amenaza con destruir no solamente la paz social argentina y la convivencia organizada, sino la esencia de la Nación misma. El Congreso de la Nación, las Universidades, las Iglesias,  y el conjunto sumatorio de las demás organizaciones civiles, deberán alimentar imperiosamente esta corrección que se impone. Para tal propósito ciertamente demandarán disponer de una orientación programática capaz de liderar la amplia y profunda correctiva necesaria. Seremos capaces de ir aportando a estos esfuerzos?. Caso contrario la República Argentina marcha inexorablemente hacia la disolución de su misma esencia.

Finalmente, el sistema jurídico y legal del país, soporta con solvencia no solamente en su contenido sino en la aplicación, el instrumento suficiente y necesario para controlar la República?. No se ha demostrado ya claramente la necesidad de la modificación del Código Penal Argentino?.  Dejamos esta ecuación a consideración de todos los ciudadanos y autoridades, para que participen.



DR. ROBERTO A. IBARGUREN
Grad. AGUSTINA JUÁREZ


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